
Los avatares de la vida cotidiana, las carencias afectivas de la infancia, las dificultades para adaptarse a este mundo cambiante generan síntomas
Los síntomas son como indicadores de que “algo no marcha bien” o “no tan bien como podría”. Estos síntomas producen más o menos sufrimiento, e incluso cambian de intensidad o de forma a lo largo del tiempo.
La vida, por circunstancias externas o internas a nosotros mismos, se nos puede hacer incomprensible y confusa. El objetivo de la consulta es poder vivir de otra manera y sentirse mejor.
También se puede consultar para conocerse a uno mismo. Ya que el conocimiento de uno mismo, lo más profundo y detallado que sea posible, supone la mejor oportunidad para enfrentarse a la vida y a la imprevisible variedad de sus acontecimientos en mejores condiciones.
Durante la infancia se gestan los principales cimientos de nuestro psiquismo. Mucho de lo que somos se estableció en ese período delicado y singular donde las carencias y dificultades determinarán en mayor o menor medida cómo seremos de adultos.
Los niños absorben rápidamente todo lo que sucede en el entorno familiar, el cómo esto les afecta lo manifiestan en forma de síntomas o malestares. Estos síntomas se pueden atender, comprender y resolver.
- Dificultades escolares y de aprendizaje
- Enuresis y encopresis
- Dificultades para relacionarse, timidez, agresividad
- Niños diagnosticados con hiperactividad, TDA
- Dificultades del sueño, pesadillas
- Dificultades en el habla, trastornos del lenguaje
- Problemáticas en torno a la comida
- Miedos y fobias
- Dolores diversos e insistentes sin causa orgánica

- Agresividad, violencia
- Trastornos de la alimentación: anorexias, bulimias, obesidad
- Adicciones: abuso de alcohol, drogas, a las nuevas tecnologías
- Fracaso escolar
- Dificultades de relación, timidez excesiva, aislamiento
- Ansiedad
- Trastornos psicosomáticos
- Depresión
En la edad adulta son muchos los factores que pueden desequilibrar a la persona generando múltiples síntomas; las pérdidas afectivas, los cambios de trabajo, de profesión, el stress de las responsabilidades, los hijos, las enfermedades, las dificultades económicas… y tantos otros, son obstáculos que se pueden presentar sin que la persona sepa cómo resolverlos.

- Depresión
- Ansiedad, stress, angustia
- Obsesiones
- Fobias, miedos, inseguridad
- Conflictos familiares
- Timidez, aislamiento, dificultad para relacionarse con los otros
- Adicciones: alcoholismo, drogadicción, ludopatía…
- Baja autoestima
- Dificultades sexuales: inhibición, falta de deseo sexual, impotencia …
- Problemas de pareja, celos
- Trastornos en la menopausia
- Trastornos psicosomáticos
- Duelos por pérdida o separación de un ser querido
- Cambios de trabajo, de profesión y stress de la vida profesional